Lo primero que pensamos es esto: ¿Primera o tercera persona? Pues sí, existen algunos otros tipos de narradores y podemos mencionarlos brevemente y experimentar con ellos, pero siempre se reduce a esto. En mi experiencia, elegir el tipo de narrador para mis historias a veces ha sido totalmente instintivo. Comienzo a escribir y o sale en primera persona, o sale en tercera. Y murió. Otras veces, lo he tenido que pensar.
Y es que el tipo de narrador que decidimos usar, sea primera o tercera persona, o la que sea, va afectar no sólo el tono de la historia, sino también la información, y la experiencia que recibe el lector.
Desglosemos un poco el asunto y veamos las opciones que tenemos. Primera o tercera persona se refiere al pronombre que vamos a utilizar en la historia. Y luego, a quién se refiere ese pronombre, es lo siguiente que vamos a analizar.
Primera persona
¿Quién dijo ‘yo’?
El protagonista
Aquí hablamos de que quien cuenta la historia es el personaje principal. Sería desde su POV (punto de vista). Usar la primera persona casi instintivamente te obliga a que la narrativa se vuelva más personal. Pasas mucho tiempo en la mente del personaje, y es un gran recurso cuando quieres destacar cambios en el desarrollo del personaje y su percepción sobre el conflicto. Lo malo es que corres el riesgo de explotar este hecho, y puedes caer en saturar a los lectores de monólogos internos del personaje. Aunque puede ser muy interesante escuchar sus pensamientos, los lectores quieren ver a la historia moverse.
Me sentía confundida por lo que había pasado.
Bueno para: Historias enfocadas en los personajes y sus relaciones.
Tomar precauciones cuando: La historia abarca muchos personajes cuyas historias son igual de importantes y aportan mucho al conflicto. O cuando la historia está basada más en lo que pasa que en quienes participan en ella. (Ejemplo: la historia sobre una guerra)
Un personaje secundario
Seguimos con un personaje hablando sobre sí mismo y su rol en la historia. Excepto que esta vez no es uno de los principales. A veces un POV de un personaje secundario es necesario para comunicar información o mover la historia cuando no tiene sentido que el protagonista esté presente. O para contar una escena en la que sí está presente pero queremos ocultar lo que está pensando, así que lo presentamos desde un punto de vista diferente.
Nos sorprendió a todos, pero pude ver que fue a ella a quién le había impactado más. Se veía confundida.
Bueno para: Historias enfocadas en los personajes y sus relaciones.
Tomar precauciones cuando: Al momento de elegir los personajes que obtienen un POV. A veces por querer hacer las cosas más interesantes, usamos personajes que en realidad aportan poco a la historia. Un POV es sumergirse en su historia, incluso si es sólo por unas páginas. Tenemos que asegurarnos de haber elegido bien al protagonista del momento. Recuerda: Aunque sea un secundario, al darle un POV se vuelve protagonista por un rato.
[alert type=”info” close=”false”]Nota: Pueden existir múltiples POVs. Por ejemplo, en algunos libros de romance tenemos capítulos contados desde la perspectiva de uno de los intereses románticos, y otros del otro. Mientras más POVs existan, la historia se vuelve más compleja, porque se pueden percibir como que todos son personajes principales. Si sus historias no son lo suficientemente interesantes o no contribuyen lo suficiente a la trama, se sienten innecesarios.[/alert]
Tercera persona
Fue ‘él’
El protagonista
También se le dice tercera persona limitado, porque a pesar de que es tercera persona, aún se siente como que es el protagonista contando la historia. Es como el protagonista en primera persona en lo que se refiere al nivel de profundidad en la historia, sólo que usamos diferentes pronombres. Pero justo ése cambio en el pronombre causa automáticamente un alejamiento. Ya no sientes que tienes que adentrarte demasiado a la mente del protagonista.
En este caso, nunca contamos lo que le está pasando a otros personajes, únicamente lo que percibe el protagonista.
Ella se sentía confundida. No sabía lo que estaba pasando.
Bueno para: Historias enfocadas en la trama.
Tomar precauciones cuando: Al momento de narrar en tercera persona es fácil comenzar a contar más cosas de las que deberías. Es decir, si comienzas con la perspectiva del protagonista, en medio de un diálogo, no puedes hablar de lo que está pensando la otra persona. Esto ocasiona confusión para el lector.
Un personaje secundario
De la misma forma que con la primera persona, también pueden a ver POVs usando personajes secundarios, y es necesario tomar las mismas precauciones.
Les sorprendió a todos, pero pudo a ver que a ella le había impactado más. Se veía confundida.
Omnisciente
Es esta forma de contar la historia la que las personas usualmente asocian con tercera persona. Y es tal como imaginas. El narrador omnisciente eres tú, como escritor, usualmente. Lo importante que esta perspectiva no se limita a un sólo personaje, sino a toda la historia. Es muy popular en los cuentos, en los que no necesitamos estar en la cabeza de nadie.
Les sorprendió a todos, pero él pudo ver que a ella le había impactado más.
Ella se sentía confundida por lo que había pasado.
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¿Ya decidiste qué punto de vista usar?
Cruz_Jeannet says
Es interesante, me ha ayudado demasiado, usaré el narrador en tercera persona, pues mi historia se tratará sobre una guerra.
Jorge Osuna says
Gracias por comentar tu experiencia en español, mi ingles no es muy bueno.
Estoy poniendo en practica todas tus sugerencias, apenas empiezo a escribir y me fascina.
Un abrazo.